Malditos los dioses que nos separaron por envidia.
Malditos los dioses que nos quieren mostrar la iluminación.
Maldito aquel que nos dio a morder las manzana.
Maldito aquel que nos desterró del Edén.
Maldito este cuerpo cobarde con corazón valiente que no lograr formar coraza ni costra sobre las heridas.
Malditas las ganas de conocer las verdad que invisten el plomo.
Malditas las sillas del camino que nos invitan a descansar en falsos respaldos.
Malditas las musas hechiceras que nos sientan a escribir con el corazón en la mano.
Malditos los ángeles que curan heridas con falsas esperanzas.
Malditas mis ganas de no seguir.
Malditos los mandamientos de un mundo insensible.
Malditas las manos que empujan a salir adelante.
Maldita la carne que siente y no es de metal.
Malditas las derrotas.
Malditas las falsas victorias que ilusionan.
Maldito el rencor.
Maldita la humanidad y sus sentimientos.
Maldito nacimiento, en bolas y a los gritos.
Malditas las lagrimas inoportunas.
Maldita costumbre de ser mas babosa que humano.
Maldita la ilusión de estar de pie.
Malditas las rodillas que se quejan de su postura.
Maldito sentimiento de no ser.
Maldita incapacidad de entendernos.
Maldita soledad abrumadora de la noche.
Maldito yo.
Maldito vos.
Maldita raza humana.
Pero por sobre todo, malditas ganas de tirarse a morir, de no sentir y sin embargo seguir.
Acido Literal
No hay comentarios:
Publicar un comentario