Es conocido en el ambiente el genio que caracterizaba a Lacan.
Siempre desde su altura y el psicoanálisis como principal instrumento,
contestaba y criticaba a mucha gente. Desde psiquiatras famosos, pasando
incluso por el padre del psicoanálisis, hasta las feministas y los
movimientos universitarios de su época, nadie se salvó. Pero este corto
escrito no se basara en lo conocido de Lacan, sino que nos encargaremos
de dar a conocer un nuevo seminario inédito.
El seminario 30 de
Lacan, titulado “la re significación del falo en el bondi lleno”, es el
último seminario dictado por este gran pensador. Ya siendo muy grande,
moviéndose solo en transporte público, Lacan comienza a pensar las
relaciones humanas desde la cálida cercanía de la hora pico. Sin embargo
hay un hecho poco conocido de su historia que lo llevara a modificar
uno de sus primeros y grandes esquemas conocidos.
El hecho
significativo fue la presentación de un carta formal por parte de los
conductores y la empresa de la línea 60 “Sainte-Anne – Tigre” para
nombrarlo pasajero no grato. Según consta en dicha carta, Lacan subía y
se tomaba la media hora que tardaba el viaje en explicarle al chofer
cual era el destino a donde quería llegar. Desde preguntas y rodeos
filosóficos y psicoanalíticos, lograba siempre llegar a su destino sin
haber pagado nunca ni un boleto. Hasta incordiaba a los pasajeros que
querían subir al colectivo cuando lo interrumpían en su ponencia.
En
vista de esta carta que fue tomada como un agravio por el propio Lacan,
es que decide presentar un nuevo significado a su esquema L. Como se
puede observar en el capítulo III titulado “el Auto, ese falo en cuatro
ruedas” el autor explica cómo es que se genera un yo automovilista
sustentado en la imagen de su coche. Sin cambiar siquiera las letras del
antiguo sistema, se nos anoticia que la imagen del yo automovilista
(a1) es creada por la imagen especular de otro automovilista (a) y
sustentada por el automóvil (A). Dice Lacan “No puede haber uno sin
otro, sin el auto que transite la carretera principal hacia la
normachisidad solo nos espera el desbarrancar hacia lugares inciertos.”
Se muestra en la duración del seminario que sin la existencia de un Auto
como significación fálica, no podría existir un yo automovilista con
los papeles de dicho auto en el bolsillo que lo lleve a destino. Cual
este destino? Lacan lo dice claramente “al fantasma anterior a la nada,
anterior al lugar del vacío estructural”. El autor este escrito cree que
este era uno de los recursos utilizados por Lacan a la hora de sacar el
pasaje del colectivo, sumados a sus teatrales silencios seguidos de
enérgicas exclamaciones. Se podría inferir que ante estos actos, el
colectivero se haya servido de la fuerza pública en más de una ocasión
para hacerlo descender de la unidad, pero no creemos corrector llegar a
ese tipo de conclusiones por falta de pruebas. Volviendo al seminario,
se explica que ese yo automovilista no podría conformase sin la
especularidad de otro automovilista a quien imitar en un principio. Si
se toman en cuenta las exclamaciones como “mira esa nave”, “que grande y
espacioso es”, “que bien que lo tenes” se podría entender que son solo
formas de expresar envidia hacia un falo mucho más grande y vistoso.
Finalizando
su ponencia, Lacan se propone a explicar el último elemento de la
ecuación, la letra S. Es de destacar que no está barrada como en sus
anteriores seminarios. Esto se debe a que la S pertenece a subte. Es
decir, presentando una línea que se vuelve punteada cuando se cruza con
la línea de a1 a a, el S seria el medio de transporte más rápido que se
podría elegir después de A. Como podríamos interpretarlo? Simple, cuando
las rutas para A están cortadas por algún imprevisto, allí aparece S
para sacarnos del paso lo más rápido posible. Pero recordemos que el
subte tiene líneas fijadas en inamovibles que no permiten recorrer
lugares a nuestro antojo. Es por eso que aparece cuando se necesita
llegar rápido a algún lugar pero sin la comodidad de A, y de ahí el
sentimiento de angustia. Lacan termina esta clase con la frase “Los
colectiveros son todos putos”.
A pesar de lo expuesto en esta
clase, esta línea de pensamiento no es retomada por Lacan más adelante, y
se dedica en lo que resta del seminario a explorar posibles
explicaciones a las apoyadas en los colectivos en hora pico. Tal vez
porque la carta dejo de tener ese efecto de agravio o porque su yerno
Jaques Alain Miller se ofreció a llevarlo en su coche el resto de los
seminarios, no se vuelve a nombrar esta última reformulación. Sin
embargo, se abren muchas interrogantes. Es el subte un medio rápido
para llegar a algunos lugares? Qué tipo de coche le hubiera gustado
tener a Lacan? Es el subtrenmetrocleta un homenaje a la manía de Lacan
de hacer juegos de palabras? Pero tal vez la pregunta más importante
sea. Sirve esto para algo?
ACIDO LITERAL
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